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Richard Dreyfuss vomitando y Poder Prieto contradiciéndose... otra vez


Ahora circula un video del actor Richard Dreyfuss diciendo que las nuevas leyes de inclusividad en los Oscar le dan ganas de vomitar. Yo creo que, como el lenguaje incluyente —ya lo he dicho— es un proceso que tendrá que fluir y decantarse, con sus altibajos, sus corrientes extremas, sus excesos y sus retrocesos, hasta llegar a un acuerdo, que es de lo que se trata la comunicación. Del otro lado, hace poco publicaron una diccionaria con definiciones hechas con ocurrencias de la mujer que lo ideó por sus pistolas. No está consensuado por nadie más que por el deseo de la autora de que el mundo sea como ella dice. Muy en su derecho y muy interesante como ejercicio literario, pero, repito, como proceso lingüistico tendrá que navegar y recorrer muchos mundos. ♥

Ahora bien: en su declaración, Dreyfuss se queja de que tal vez sea Laurence Olivier el último actor blanco que interprete a Otelo. Yo creo que no tiene ni el talento de Olivier ni el color de piel de Denzel Washington (ni su talento) para hablar con tanta confianza y desparpajo en un país y una industria donde el racismo no sólo priva sino que prospera ahora con Trump, y él ha salido ganando por su color de piel.

►PERO, en el otro extremo, les cuento que l@s de Poder Prieto que antes acusaron ridículamente a la actriz Diana Lein de «transfóbica» (siendo que es la protagonista de Rencor tatuado, una película que cuenta la solidaridad inquebrantable entre una mujer feminista cis y una mujer trans en un proceso de liberación), sí, esos mismos, ahora celebran que Tenoch Huerta protagonice una teleserie para Netflix de Pedro Páramo… cuyos guiones están a cargo de un guionista ESPAÑOL. Tenoch, ahora sí, no dijo ni pío.


LE DESEAMOS al guionista ESPAÑOL todo el éxito, si es que logra comprender el atributo específico que hace de Pedro Páramo una historia universal que no puede ser más que mexicana (la tradición náhuatl que da origen al Día de Muertos). Se lo deseamos porque nosotros no somos así.

►Lo que llama la atención es la contradicción en la que, una vez más, incurre ese colectivo.


¿Cabe aclarar que no es envidia, que no tengo yo nada que envidiarle a ese guionista? Si no, pues lo siento: tendrán que esperarse a conocer el proyectazo cinematográfico MEXICANO en el que estoy metida. Sólo así sabrán por qué lo digo. ☺

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