Cosas que no voy a lamentar ni a extrañar cuando esté al borde de la muerte

Cosas que no voy a lamentar ni a extrañar cuando esté al borde de la muerte (no porque ya lo esté, sino porque, tarde o temprano, todas y todos lo estaremos):

►Hombres mexicanos que, sin haber vivido nunca en Estados Unidos, me pontifican sobre la situación política en Estados Unidos e incluso se enojan si trato de explicarles un poco los matices de lo que no se ve desde el extranjero, en lugar de preguntarme sobre Estados Unidos y confiar en que yo no sólo he vivido aquí sino que también he participado en la vida política de este país.

►Hombres y mujeres mexicanos que creen que, en el corazón del imperio económico capitalista, no existen las clases sociales, y que todos son iguales, y que decir que alguien «vive en Nueva York» siempre significa que vive y viaja en la misma opulencia que la exdiputada de Morena Laura Esquivel o la senadora suplente de Morena Jesusa Rodríguez o los becarios del Fonca o las diputadas chulas de Morena que gozan de todos los recursos de ser gobierno y becarias culturales transexenales.

►Hombres y mujeres mexicanos que no conocen toda la CDMX ni las cárceles ni todos los pueblos del Edomex tanto ni tan profundamente como yo, ni a muchas de las personas que hoy son gobierno que yo sí conozco en persona, pero que me dicen que «yo no puedo entender la situación de México porque vivo en Nueva York». (JUAR: Jocosa, Ultrarruidosa y Admirada Risotada). ☺